¿Dónde está nuestra esperanza en este tercer domingo de Adviento? ¿En qué se basa nuestra alegría? Este domingo es llamado el domingo de la alegría, porque ya estamos acercándonos a la Navidad. En latín se conoce como Gaudete, que significa “alegría” o “regocíjense”. El verdadero gozo consiste en el nacimiento del Salvador, siendo este nacimiento la causa profunda de nuestra alegría. A veces perdemos mucho tiempo en las tiendas, comprando regalos, sin siquiera darnos cuenta de que el tiempo pasa y se va sin provecho alguno para nuestra alma. Miremos al cielo, de donde nos llega la esperanza y la gracia. Ahí es donde está Dios.
El Evangelio nos narra que Juan estaba en la cárcel y quería saber si era verdad lo que había escuchado sobre Jesús. La respuesta para Juan fue la siguiente: "Vayan y cuéntenle a Juan lo que ustedes están viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, y una Buena Nueva llega a los pobres" (Mateo 11:5). Con esta respuesta, Juan quedó lleno de esperanza, seguro de que el Reino de Dios ya estaba presente.
Juan predicaba la conversión, un cambio de mentalidad radical, válido tanto entonces como ahora. Para nosotros, la venida del Salvador es un hecho seguro y esperanzador. Sin embargo, solo los pobres de espíritu logran visualizarlo en el horizonte de la Navidad. Aguardemos con paciencia los regalos de la gracia de Dios: la paz y el amor entre nosotros, que tanto necesitamos.
¡Ven, Señor Jesús! ©LPi
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