Jesús y su familia saben lo que es emigrar, cambiar de lugar y moverse con rapidez porque son perseguidos. Ellos vivieron en carne propia los efectos de esta situación. Quizá nosotros tenemos algún familiar o amigo que actualmente sufre las penurias de dejar su hogar, su escuela o su trabajo. José y María huyen por la amenaza de peligro que pesaba sobre ellos: "Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes buscará al niño para matarlo" (Mateo 2:13). Padre, madre e hijo huyeron hacia donde Dios les indicó, para salvar al niño. Este es un fiel reflejo de lo que representa la Sagrada Familia de Nazaret. Celebrar la fiesta de la Sagrada Familia durante la Navidad debe animarnos con esperanza, deseando que nuestras propias familias sean un lugar donde se respire amor y alegría entre sus miembros. ¿Cómo recibo hoy a las familias de mis hermanos y hermanas? ¿Cómo es mi convivencia con ellos?
"Ustedes, familias, son la esperanza de la Iglesia y del mundo. Con su testimonio del Evangelio pueden ayudar a Dios a realizar su sueño; pueden contribuir a acercar a todos los hijos de Dios, para que crezcan en la unidad y aprendan qué significa para el mundo entero vivir en paz como una gran familia" (Papa Francisco). Oremos por nuestras familias, deseando que, en este día dedicado a la Familia de Nazaret, imitemos su esperanza en Dios y su unidad en todo momento. ©LPi
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