Reflexión del Evangelio
Para seguir a Jesús debemos realizar ciertos cambios en la vida, que implican salir de nuestro confort. Renunciar a cosas y situaciones a las que no estamos acostumbrados, pensamos, es casi imposible. Pero, recuerde, nada es imposible para Dios. Solo basta con que pongamos un poco de nuestra parte. Dejar nuestros caprichos, manías y malos hábitos que se oponen al Evangelio es cosa de trabajo y proceso. ¡Eso cuesta seguir a Jesús! "El que no carga con su propia cruz para seguirme no puede ser discípulo mío" (Lucas 14:27).
El Papa Francisco, en su catequesis, nos ayuda a comprender el mensaje de Jesús para que nuestra carga sea ligera y apreciemos la cruz que llevamos en nuestra vida. "Hay tres características que trazan claramente la personalidad de Jesús y que motivan nuestra confianza en Él: nos encomendamos a Él porque ora, porque nos ha elegido y porque está cerca de nosotros. Jesús ha pedido y sigue pidiendo por nosotros: es el intercesor. Jesús ama y elige con amor, nos elige a todos. Y la cercanía de Dios a su pueblo es la cercanía de Jesús con la gente". A Jesús le importa nuestra libertad, no quiere que lo sigamos a ciegas. Cargar con la cruz quiere decir medir y calcular las fuerzas que tenemos y darnos cuenta de cuánta fidelidad a sus enseñanzas existe en nuestro corazón. Ayúdame, con tu gracia, cuando flaqueo, cuando estoy solo y confundido, cuando estoy sin esperanza. ¿Quieres seguir a Jesús? Pues, adelante, Él te espera siempre.
©LPi
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